Este verano estoy de suerte, ya creía que me tendría que esperar al verano siguiente para ver un buen concierto, pero cual fue mi sorpresa al leer en un correo de información de conciertos que mi querido grupo R.E.M viene a la plaza de toros de Murcia. Vale una pasta, pero realmente vale la pena. Los vi hace pocos años en Torrevieja y fue uno de los concietos más inusuales a los que he ido. El rollito que lleva la gente es totalmente diferente a los conciertos normales de chicas alocadas que no paran de gritar o de burros dando coces a diestro y siniestro sin importarles un pijo que tú estés justo detrás.En este concierto la gente disfrutaba de la música y del momento, unos estaban dando saltos, otros sentados, otros bailando, un buen rollo en general. Y qué decir tiene lo bien que se portó la banda, cantaron temas de casi todos sus discos y no pararon de animar al público, al que no le hacía ninguna falta tal animación.
El momento más mágico fue cuando empezaron a sonar los acordes del "Losing my religion", una canción que cantamos tanto en los bares los adolescentes de los 90 que se convirtió en un himno generacional, no quedo nadie sentado en ese momento, todos cantamos tan alto que despertamos al quinceañero que una vez fuimos.
Todavía recuerdo mis primeros días de instituto en los que me preparaba para ir a clase con la música del "Automatic for the people", todo acababa de empezar, todo era nuevo.
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